Sumérgete en un universo de belleza y valor, de mitos y leyendas, de caminos por crear, de superación y crecimiento… el tuyo, tu propio universo.
¿Sabías que el oro es un mineral que no pertenece a este planeta? Siempre ha estado rodeado de misterio, leyendas e intrigas. En todas las épocas y culturas, el oro ha simbolizado lo más elevado en el ser humano. Es brillante, noble, suave y dorado como el sol; inalterable y permanente. Está reservado a hombres y mujeres que encarnan esos mismos valores elevados, distinguiéndolos sobre los demás y hablando de quienes lo portan.
En España, el oro de ley es de 750 milésimas, muy cercano al 100% de pureza, garantizando su calidad y autenticidad.
Si el diamante es el rey de las gemas, la perla es su reina. Aunque es una gema orgánica ya que, a diferencia de las piedras o metales preciosos, procede de un animal, su belleza y elegancia son inigualables.
Las perlas se forman como reacción natural ante un cuerpo extraño que entra en una ostra. Para protegerse, la ostra recubre la partícula desconocida con carbonato cálcico, y tras un periodo de aproximadamente tres años, se genera la perla.
La gran mayoría de las perlas disponibles en el mercado son perlas naturales cultivadas. La única diferencia con una perla completamente natural es que, en este caso, la partícula se introduce deliberadamente en la ostra. Las granjas de cultivo más exclusivas se encuentran en Australia y Japón, donde las ostras reciben cuidados meticulosos en entornos controlados debido a su sensibilidad.
El valor de una perla se determina por su forma, tamaño, color, lustre y perfección de la superficie. Realzan la elegancia natural de quien las lleva y compiten directamente con los diamantes en cuanto a popularidad, atractivo y uso.
Disponibles en innumerables formas y colores, son versátiles, divertidas y atrevidas. Un gran número de novias elige las perlas como opción para su boda, y nunca defraudan, convirtiéndose en un clásico atemporal que aporta sofisticación y distinción.
Consejos para cuidar tus perlas:
Evita el contacto con productos químicos o con pH muy fuertes, como colonias o perfumes.
Llévalas con frecuencia: sus perlas te lo agradecerán con un brillo superior.
Aunque las perlas son resistentes, protégelas de impactos, ya que las más delicadas pueden rallarse.
Para limpiarlas, utiliza un paño húmedo con jabón neutro y sécalas suavemente.
Para conservar y guardar las perlas correctamente, evita el contacto con otras joyas para prevenir fricciones y posibles ralladuras. Guarda tu joya de perlas en una bolsa de seda o en un material que permita la transpiración; no utilices envases herméticos ni bolsas de plástico.
Además, evita la humedad, ya que puede afectar su brillo y durabilidad.
Aunque existen casi infinitas gemas de innegable belleza, todas las miradas se dirigen al diamante, el rey de las gemas, el rey de corazones. Su brillo y elegancia lo convierten en la elección perfecta para cualquier ocasión y combinación. Su belleza hipnótica resulta irresistible, especialmente a los ojos femeninos.
Vídeo realizado por el estudio ‘La dama de Invierno’
Suele tallarse en talla brillante, una forma diseñada específicamente para el diamante, teniendo en cuenta su índice de refracción, de manera que la piedra muestre su máximo esplendor: salvaje, como un fuego helado crepitando ante nuestros ojos.
Nuestros diamantes vienen acompañados de su certificación.
El peso de los diamantes se mide en quilates (1 quilate = 0,20 gramos).
Su pureza se clasifica según la GIA (Instituto Gemológico de América), un organismo reconocido internacionalmente, en:
Y su color:
Es evidente que elegir un diamante adecuado y de calidad implica un alto grado de complejidad, por lo que es fundamental adquirirlo a través de un profesional de confianza, como nosotros, que pueda garantizar su autenticidad y excelencia.
Además de los diamantes, las esmeraldas, aguas marinas, zafiros y rubíes son gemas atemporales que realzan la belleza y favorecen según tus características personales.
Reparación restauración de joyas
Por supuesto, en nuestro servicio de reparación de joyas cuidamos tus piezas con esmero para que queden prácticamente como nuevas, y te asesoramos sobre los tratamientos más adecuados según las necesidades de cada joya.
Hay joyas que pueden parecer antiguas, quizá heredadas o muy utilizadas. Por un motivo u otro, un día nos damos cuenta de que llevan mucho tiempo sin salir del joyero. Consúltanos: te aconsejaremos sobre las soluciones que podemos ofrecer para dar un aire distinto, elegante y renovado a esa joya que ha vivido tantos momentos a tu lado.
Las joyas familiares muy utilizadas recuperan todo su esplendor gracias a nuestros cuidados, mimos y saber hacer, devolviéndoles su belleza y valor originales.
