La turquesa: piedra del amor
Una antigua leyenda cuenta que la turquesa es capaz de cambiar su color a través de la vida. Los amantes compartían una piedra y sí, en algún momento, cambiaba de color, significaba que uno de los dos ya no estaba enamorado. En realidad, la turquesa natural puede cambiar su color bajo la influencia del calor, la luz, el sudor, etc.
También se ha utilizado para tratar de conocer el estado de salud de su portador y, no es algo raro, puesto que uno de los principales efectos del maravilloso color de las turquesas es su capacidad para aportar tranquilidad física. Su color reduce la agresividad y fortalece la estabilidad emocional.
Los beneficios asociados a esta piedra son muchos. Se dice que mirar una turquesa por la mañana, mejora la vista. Usar pendientes o colgantes de turquesa fortalece el corazón, elimina el miedo y nos salva de la fatiga. La turquesa también proporciona larga vida y prosperidad.
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