Cuarzo: el padre de las piedras preciosas
El origen del nombre “cuarzo” no está claro. Al cuarzo se le ha llamado también; diamante mexicano, piedra Tamerlán, flechas de cupido y cabello de Venus. En la antigua Grecia se referían a él como “krustallos”, que proviene de “kruos” = “helado”, porque algunos filósofos creían que el mineral tenía apariencia de ser frío.
Hay muchas variedades de cuarzo. Podemos encontrarlo en una amplia variedad de colores y tonos, en diferentes tamaños y estructuras. Entre sus multiples variedades encontramos: citrino, aventurina, cuarcita, prasio, cornalina, sarder, chrysoprase y onyx.
El cuarzo se ha utilizado a lo largo del tiempo para fines muy variados. Los romanos hacían vasos y artículos para el hogar. Los sacerdotes usaban los cristales de cuarzo para le aprendizaje y predecir el futuro mientras que los médicos, utilizaban bolas de cuarzo para cauterizar heridas.
Por supuesto, este mineral ha sido utilizado en la fabricación de joyería desde tiempos antiguos. A esta piedras se atribuyen propiedades medicinales, capacidad de desarrollar la imaginación y promover el pensamiento activo.
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